La propuesta emana de la creación de un recorrido a lo largo de la parcela el cual va viéndose involucrado en variaciones topográficas con las que conseguimos destacar más ciertas partes del edificio que suelen quedan ocultas. Nos ayuda a adentrarnos en él proyecto y entenderlo mientras lo recorremos. El trayecto desemboca en el mar. Ambos edificios de viviendas se elevan de la cota 0, accediendo a ellos mediante unas grandes rampas de madera con subestructura metálica y una pendiente accesible para todos. El parking queda al descubierto, pudiéndose acceder a él desde las zonas verdes. Cualquier vehículo de no residente deberá aparcar en los alrededores de la parcela. Para evitar una visual directa con el automóvil, se eleva el terreno en los laterales de la parcela creando un espacio discreto y protegido para guardar los vehículos durante el día.