La propuesta del proyecto conceptual nace como resultado de la interacción entre el hombre aislado y la naturaleza, movido por el instinto natural de sus necesidades. En este caso, en la búsqueda de un refugio, un lugar de protección.
 La idea surge con el fin de impulsar las salidas a la montaña, sentir la naturaleza, adentrarnos en ella, pero si se tuerce el día y el tiempo cambia... podamos refugiarnos de la lluvia y del viento o del sol y el calor en un refugio que se mimetice con el paisaje, que su construcción no lo distorsione, que nos proteja. No solo será útil en situaciones donde la meteorología no acompañe, sino en cualquier otra, siendo así un punto de encuentro, de reunión, una zona donde hacer parar a comer o a descansar.
De este modo, hemos proyectado dos piezas de hormigón armado con forma orgánica las cuales apoyadas en vertical una sobre otra forman el refugio, la cubierta de protección. Se trata de unas piezas de geometría irregular puesto que adquieren la forma del sitio donde son creadas, se consiguen a partir de la propia topografía del terreno.

Por lo tanto, el proyecto tendrá una geometría determinada dependiendo de la zona en la que nos encontremos. En este caso estamos en la Sierra Calderona, en Alcublas, en la ruta de los Ventisqueros. Una ruta de recorrido circular que hoy en día es meramente turística pero que originariamente destacaba por abastecer de nieve a la ciudad. Contaba con un total de nueve ventisqueros grandes y otros auxiliares, construidos durante los siglos XVII y XIX. Además, también se conservan restos del último frente de la Guerra Civil.
El hormigón armado se usa en estado bruto conectando de este modo con el brutalismo, estilo arquitectónico que surgió del Movimiento Moderno. Dicho material aporta una apariencia áspera, apreciando desde el exterior que se trata del material estructural.

Uno de los objetivos principales del proyecto, es poder generar una serie de emociones las cuales se incluyen en la atmósfera de cada uno y van ligadas con el carácter de la obra. Aunque cada persona puede percibir una atmósfera distinta, las sensaciones generales a alcanzar son la paz y la seguridad, puesto que se pretende disfrutar de la calma y tranquilidad del lugar al mismo tiempo que nos sentimos protegidos e inmersos en él.
Proyecto conceptual realizado con  Óscar López Chicote
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